viernes, 29 de octubre de 2010

30/08

Si el cuerpo empieza a arder, y el abismo de padecer la realidad tan febrilmente, no logran divagar las tristezas ambiguas del corazón, sé que los ojos me van a sangrar de llanto, y el corazón se me va a escapar de las manos (lejos, hacia dónde supongo, que se encuentra el tuyo).
Ahora siento en el cuerpo lo certeras que son las distancias que nos dividen.
Sí, porque dejaron de unirnos cuando cerramos la jaula, encerrando lo más vulnerable de los dos. Y nos olvidamos del otro, o no.

¿Nos divide lo que antes nos unía indefectiblemente?

No title

Desahogué el deseo de existir en él, en ti. Y me iluminé el cielo buscando nuevos rumbos cuando te elegí, al azar. Derrumbaron las mentiras aquellos deseos puros de sentimiento por él. Y construí hipótesis de planes que había ideado, dónde vos y yo eramos los protagonistas del drama.
Sobrecargué de expectativas tu existencia y alambré toda esa maraña de blasfemas diarias que vivía.
Te quebraste en medio de tanta adicción a la ambición. O al menos éso creí, hasta hoy. Y empecé a razonar que era absurdo pretender desahogar la necesidad mortal de existir en él, en ti.

lunes, 25 de octubre de 2010

Es mi existencia lúgubre agonía

Somos cráteres de lo que nos va quedando de éstos mundos adversos.

Somos piedras caídas, derrotadas. Que hoy pagan por aquellos actos fallidos.

Somos vitales, somos decididos.


(Y con eso nos aventuramos a actuar)


El pasado nos jugó tantas veces en contra, dejando huellas imborrables.

El pasado nos atacó inadvertidos haciéndose presente con su divina brusquedad.

El pasado se hizo presente así, sin más.


(Y con eso nos aventuramos a ser)


Soy una pizca de vida de todo éste manjar de pies inalcanzables, de manos ágiles, de manos vívidas.

Soy el aire que corre por los jardines del universo exterior.

Soy a veces lo que puedo, otras, lo que pretenden de mí.

Pero al fín y al cabo los cielos tronados, grises y electrificados, pueblan mi esencia interior.

Pero al fin y al cabo son unánimes los infiernos que se expresan en el latir de mis ojos negros.


(Y con eso yo existo)


Y me dan la oportunidad de elegir.

Y me dan una supuesta libertad de ser.


¿Cómo se yo que la estructura no domina hasta en esa supuesta libertad que abiertamente me proponen?

¿Cómo se yo que ese pasado que se impone no es más que presente y futuro que espera por ser vivido?

¿Cómo se yo?


Y con eso nos aventuramos a actuar.

Y con eso nos aventuramos a ser.

Y con esto me aventuro a existir.

domingo, 17 de octubre de 2010

"Somos lo que hicieron de nosotros" me dijo
"Somos lo que hacemos de lo que hicieron de nosotros" le respondí.

martes, 5 de octubre de 2010

No me acuses de homicida, aún sigues con vida.

Plagio. Repleto de armaduría espiritual.

Escuché el llanto de las llamas del dragón, y sentí la cruda nostalgia, atravesándome como una estaca de cristal en el pecho.
Abrí un paréntesis inmenso entre los dos. Sin consultarte. Lo decidí yo.
¿Para qué seguir invirtiendo tiempo en destruir nuestro corazón?
Ahora lo guardé en un cajón, dónde está a salvo de las hipocresía de los dos. Dónde, espero, nunca muera.

Desdibujo nuestro trance hipnótico y doy vida a una nueva posibilidad.
¡Yo pretendo seguir viviendo!
Temblar de amor, y sudar la pasión que corre por las venas. Y la lujuria, también.

No me acuses de homicida, aún sigues con vida.
Y el paréntesis que creé es de tiempo indeterminado, aún.
Y el corazón seguirá viviendo guardado en un cajón.
Bajo siete llaves que llevo colgadas del cuello, con las que puedo liberarlo el día en que no haya peligros para él. Cuando podamos estar juntos, indefectiblemente.

Mientras tanto morirá.
Y, ¿Para qué queremos la muerte de otro inocente?

Ex cabecera.

Mares de inciensos de sol. Esperando una idea tal vez, del corazón, para seguir encaminado en la lucha de aquel amor. Del amor que lo hizo ser. Arco iris resplandeciente, y su boca en la mía. Rimbombancia de existencia.