miércoles, 29 de septiembre de 2010
Muro (Parte 2)
miércoles, 15 de septiembre de 2010
Muro (Parte 1)
martes, 14 de septiembre de 2010
¿Qué cuánto más a cuánto menos?
Compases de luces revertidas a deslumbrar. Retumban las almas que se escapan, se escapan para no ser ellas mismas, nunca más, más. Reverciona la historia de vida. ¿Que cuánto más a cuánto menos? Si me entrega el alma empedernida y no pretende revolver en los escombros de la cabeza cuadrada de cada uno. Si tiene la valentía de cavar un pozo en la tierra que nos lleve hasta el otro lado del mundo, viajaré con él hasta el fin del arco iris y redoblaré la apuesta de existir a costa de lo que uno siente y pretende vivir de sus sueños. ¿Qué cuánto más a cuánto menos? No se agota la posibilidad de existir, si ya el suicidio vomitivo de alegría no funcionó conmigo. Te lo aclaré desde un principio, no ibas a poder culminar mi existir, si yo ya lo intenté y el corazón retumbó como el concreto de tu rabia. E hizo que yo me ate a mi alma, y que le entregue el honor de capitana de mis rumbos. ¿Rumbos? ¿Camino? Desvío el pasaje hacía dónde pretendo, con los ojos cerrados. Es la mejor manera que encontré para llegar al fin del cerro, al principio del cielo, en donde el auge del mar es tan real como inconcluso. Recapitulo la existencia y con un yunque quiebro la brújula de alfiler. Mientras tanto, mientras pueda escabullirme de la ausencia de valentía en tu prescribir. Mientras tanto, mientras deje de lograr mirarte con ojos de miel. Mientras tanto, hasta que tu lámparita se encienda y se escuche el ¡Clic! en tu cabeza. Mientras tanto... ¿Qué cuanto más a cuánto menos?
lunes, 6 de septiembre de 2010
Sin embargo, es inconmensurable la manera en que me movilizas. Destruyéndome la existencia y estructurándomela de repente. No pareciera que el artificio del dragón resultara al fín tan impredecible. Tan flexible y poco definible. Y si se me parte la cabeza como roca, es porque yo le permito que tenga movimiento, que funcionen sus engranajes. No tienes la culpa de que la cabeza machaque, machaque, machaque. Nadie tiene la culpa. Son las humildes salidas que creo que tengo al alcance de la mano para enfrentar la ardua tarea de luchar con a veces, contener mi amor por tí.
Gusanos
Separándote de los ambientes que te vieron ser vos mismo.
¿Los gusanos ya se tragaron lo que queda de tu corazón?
¿O esperan los huesos de lo que quede del cuerpo de tu amor?
Los demás siguen el camino. Y no se detienen a esperarte, no se detienen corazón.
Estas bañado en sangre azul y te crees feliz.
Y la culpa es de los demás.
Y el heufemismo que es tu existencia, se diluye en las cloacas de tu ilegítima libertad.
Al mundo le resulta patética tu mirada.
Y a vos te resulta el mejor plan nunca antes ideado.
Tal vez salgas algún día de tu círculo de pedante actitud.
Cómo me gustaría escribir realidades y no posibilidades.
Para entonces, el reloj de arena habrá terminado su vuelta.
Y los que siguieron el camino, llegarán.
Y los que se quedaron en el camino, se quedarán.
Caer en las redes de escribir, es un pasaje a la realidad.
Tu defecto es el mío
No te acerques tanto que te puedo lastimar, y no me hago cargo de nada.