jueves, 12 de agosto de 2010

Palabrerío alterado por necesidad(o por puro capricho).

Réplica absurda,

de lo que debió ser o no.

¿Quién es el que manda en éstos juegos perversos?

Máldito sea tu poder sobre los amantes indignados por las trabas que os colocais en el camino.

Ya no sé si juego para el demonio o para quien me aturde el pensamiento.

Decido que es más sano latir danzando al rededor de la fogata infernal de los deseos.

Y, ya no es absurda la réplica, de vivir muriendo, de nacer al morir, de abandorme para renacer.


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