domingo, 4 de septiembre de 2022

Puentes

 Hay un poco de vos

hay un poco de mi

en este estanque del que no puedo salir.

Hace poco me dí cuenta 

que hablo en volumen bajo.

En un volumen apenas perceptible para el que me oye

Que si no tiene intensiones de oírme jamás lo hará

porque el volumen exije un esfuerzo

Será por esa inquietud de existir y exigir

que aprendí a hablar a los gritos

pero en silencio, escribiendo.

Cuando me recluyo de la cotidianidad

siempre pienso si alguien acudirá a mí

o simplemente quedaré allí atrapada en mis mundos.

Antes de que el acertijo se resuelva

yo siempre termino acudiendo

al colectivo del que soy parte y no puedo

ni quiero salir.

Hace poco me di cuenta

que un desconocido se convierte en un amigo

si uno muestra su vulnerabilidad

allí se traza el puente que permite conectarse.

También entendí que los puentes necesitan cimientos 

en su principio

y en su fin para sostenerse.

Y que no puedo sostener puentes sola,

en realidad creo que sí puedo 

pero ya no quiero.

Éso explica los puentes que ya no existen más a mi al rededor

y que se derrumbaron con contundencia.

Aún sigo abrumada con sus escombros

del que me cuesta un poco limpiarme

Pero estoy resolviendo los cálculos necesarios

para consturir los nuevos puentes

que me sostengan 

(y yo sostenga)

en esta realidad

que se hace imposible de atravesar

sin conectar(se).

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