domingo, 27 de enero de 2013

Palabras atemporales.

No es un relato
y mucho menos un recuerdo.
Los versos se inundan de
lo vomitivo,
de lo atemporal.
La imaginación me desprestigia
si quiero camuflar
tanto beso radioactivo
imposible de disimular.
¡No es ni narrativa!
Es que ya no confío en la melodía
Es un suicidio pragmático
de mi mente
que sólo experimenta lujuria
y el exterminio del tabú
en los guetos en dónde
encerraste mi libertad.
Hasta las palabras son
relativas
y las letras se me derriten
en el papel.
Y me muero de agonía
porque me dí cuenta
que te pusiste a analizar
esta poesía.

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