miércoles, 29 de septiembre de 2010

Muro (Parte 2)

De los dos lados se ve de la misma manera, ¿No?. ¿Qué es lo que me pierdo por estar debajo de las rocas, dentro de la lava del volcán, al otro lado del río? El muro es igual de alto si la filosofía personal me permite creer que lo imposible deja de desembocar en nuestros pensamientos, en nuestras metas y posibilidades. Aún sigo sentado y luchando con la duda existencial de dar por existente o no al muro. De sentirme más o menos por estar ubicado en dónde me encuentro. No doy crédito a la opinión de que por estar aquí no estoy bailando febrilmente por encima de las rocas, desarmando guerras eternas fuera de la lava, o siendo amada del otro lado del río.
Para finalizar éste capítulo de la muralla relatada, puedo dar por sentado que: La ubicación espacial no infiere en el acto espiritual, mental y emocional de quién pretenda existir y actuar cómo le sea más satisfactorio para sí, más allá del espacio físico absoluto en el que la materia que forma su cuerpo resida.

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